José L. Rodríguez
José L. Rodríguez

Komorebi. Cuerpos revelados
 

“Todas las cosas bajo el cielo se inclinan juntas”
Wumen 

 

Juego de luces y sombras que se produce cuando el sol pasa a través de las hojas. Una especie de emoción estética condensada en la idea de la palabra japonesa: “komorebi.”



 

Enormes son los sueños del árbol, los reflejos de lo que tiene su poder en la belleza inaudible. Ella trastoca el pulso del árbol, gira en derredor, se contornea, lo anuncia. Balbucea hacia los lados, hace parir brazos y pies, vuelve a girar para verse ir, para verse ida, para durar. Se recompone. Se inclina hacia adelante, se deja traspasar por el aire húmedo del mar, inhala hacia lo íntimo de su piel, cree caer por una pendiente. Cree arder sobre sus párpados. Su pensar no duerme, su tacto no se deja aletargar. Roza los intersticios de la tarde, del viento furioso, de las arenas incrustadas entre sus pies. Ella trastoca sus palmas, el empeine, su omóplato hacia el amanecer. Toda ella con su cuerpo de cara al oleaje del mar, de frente a la húmeda rompiente de los sueños del árbol que se intuye proyectado como un satori. Y todo, casi todo en ella recomienza.


Danzar las huellas que nos hicieron cuerpo, danzar entre las ruinas. Los hilos invisibles desovillándose, descentrándonos hacia lo incierto, arrojándonos a la búsqueda de la dermis subsumida en la música que destrona la cabeza, la eyecta hacia un afuera del viento entre los dedos, hacia aquellos vacíos insondables que tocan la madeja.


Autoras: María Cecilia Piscitelli

               Karina Lerman

© 2021 Caligrafías en danza 
De Karina Lerman y María Cecilia Piscitelli
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